El cuatro de noviembre pasado me encontraba inmersa en el ambiente marino de Mazatlán, con la tarea de elegir -junto con Rius y Helioflores-a tres ganadores de entre 600 cartones sobre Estados Unidos. Todo era Obama y pensar en la posibilidad histórica.
Pues bien, antes de acudir a la costa sinaloense, entregué por adelantado al SDP tres cartones tres, correspondientes al lunes 3, martes 4 y miércoles 5. Por allá -hice planes- dibujaría los de jueves y viernes con información del día. Y qué día.
Esperaba -naturalmente- que la ola Obama continuara en las noticias. Por la tarde, desde la habitación del hotel miraba (sin mucha emoción) el especial de las elecciones gringas. El corte para anunciar que una avioneta se estrelló casi en Periférico se prolongaba más de la cuenta, y cuando informaron que casi veinte personas murieron, incluyendo a José Luis Santiago Vasconcelos y Juan Camilo Mouriño, sentí pena. No me dio gusto pensar que pudo ser un atentado que enrarece más el ambiente político cuando aún no cumple tres años este sexenio.
Aunque Mouriño era personaje frecuente en los cartones, no sentí alegría. No soy partidaria de la pena de muerte ni de los ajustes de cuentas. Merecía ser señalado por corrupción, tráfico de influencias, ser enjuiciado, en fin. No esto.
Bajamos a compartir la cena y las impresiones por la nefasta noticia. Ni quien recordara la elección gringa en ese restaurante de hotel maztleco...y, para mi personal pesar, recordé el cartón que saldría en el SDP al día siguiente:
Dibujado el 30 de octubre pensando en la crisis económica, para el 5 de noviembre bien podría leerse relacionándolo con el suceso. ¿Cartón premonitorio, gajes del oficio?
Para el cartón del jueves hice a Obama. Para el del viernes, sólo pude imaginar a un poder fáctico recordándole a Calderón que, para los más poderosos, los afectos no existen.
2 comentarios:
Ni siquiera supe cuantos fallecieron en el accidente...primero en un noticiero decian que 8...en otros 12..pero solo hablaban de los pasajeros del jet?
Los civiles como siempre no cuentan, jeje.
Lo que si que susto. Yo estaba en casita lejisimos del lugar, pero vaya angustia que pase por amigos de agencias muy cercas del sitio.
Los negocis siguen...uno nunca sabe cuando un ser querido va a faltar... ni imaginar siquiera el pesar de aquellos amigos y familiares de los caidos. Nadie se lo merece... ni los corruptos. Tambien estoy en contra de la pena de muerte. Nadie sabe cuantos corazones se paran cuando muere uno.
"Nadie sabe cuántos corazones se paran cuando muere uno"
Bastante acertada -amén de poética- tu frase, Emmy querida, siempre es una alegría ver tus comentarios por acá, gracias!
Según dicen, son 14 las pérdidas humanas en total -de la gente en la nave y la gente en tierra- y los noticiarios y demás medios nos seguirán ilustrando en esto de las categorías humanas (time is money para la tv y la radio, sobre todo). Esperemos que le den una indemnización justa a las familias afectadas y, como suele suceder en estos casos, tendremos que conformarnos con elaborar hipótesis y teorías conspirativas (¿qué nos ha llevado a ser sospechosistas?)...
Un abrazo grande Emmy y qué bueno que ya estás mejor, cuídate mucho ese piecillo ;)
Publicar un comentario